Una niña con síndrome de Apert, ha sabido aceptar su condición y enfrenta las burlas de sus compañeros de escuela con la palabra de Dios.
Karunia nació con el síndrome de Apert, una condición congénita rara caracterizada por una anormalidad de la cabeza y la cara. Debido a esto, ella es el blanco de miradas y comentarios ofensivos, pero ella se siente segura y enfrenta el acoso escolar.
La madre de Karunia, Ángela, recuerda las primeras etapas de su vida cuando sufría de dolor, fiebre alta, falta de aliento y sudoración excesiva. En ese momento, Ángela no se sentía preparada para criar a su hija: "Solo lloraba y me preguntaba por qué a mí", dijo la mujer.
Pero gracias a la intervención de una iglesia local, los líderes ayudaron a Ángela y a su esposo, a criar a Karunia para convertirse en la niña sana y feliz que es hoy.
A través de visitas al hogar y el apoyo de la iglesia local, Ángela y su esposo fueron alentados a ver a su hija como un regalo de Dios y de manera positiva.
Ellos le enseñaron a su preciosa niña a aceptar y amar su condición. Su padre alentó a internalizar estas palabras: "Eres un regalo de Dios".
La niña sueña en convertirse en cantante cuando sea grande. "Me encanta dirigir oraciones y cantar. Tengo el sueño de ser cantante en el futuro", dice la niña.
Anges Singel, maestra de Karunia, comparte: “No estaba segura de su habilidad en el primer semestre, pero ahora estoy segura de que es una de las buenas estudiantes de la clase".
La niña dice que aprendió a enfrentar las burlas mencionando el Evangelio. "Cuando me ridiculizan por no tener dedos normales, mi madre me enseñó a decir que fue Jesús quien me lo dio".
Ella está cambiando la mentalidad de su comunidad del este de Indonesia. Enseñó a su familia y amigos sobre la autoaceptación y la verdadera gratitud por todo lo que sucede en la vida. Karunia sabe que Dios tiene un propósito para ella
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