Cuando se escucha hablar de “silueta de pera” y “silueta de manzana” se asocia con la figura de hombres y mujeres, respectivamente, con acumulación de grasa en la cintura. En el caso masculino, la grasa se observa en el abdomen; las féminas presentan la acumulación adiposa en áreas como caderas, muslos y glúteos. En ambos casos pueden surgir complicaciones si el exceso de grasa desencadena obesidad, la cual se relaciona con otras enfermedades.
De acuerdo con especialistas en Endocrinología, la acumulación de grasa visceral –la que se ubica alrededor de los órganos– representa un riesgo para la salud de hombres y mujeres, debido a que puede ser el detonante para enfermedades metabólicas, entre las que se pueden mencionar: diabetes, dislipemia o dislipidemia, hipertensión arterial, resistencia a la insulina, además de inflamación crónica y aumento del ácido úrico. En el caso particular de la dislipemia, es fundamental resaltar que se trata de una afección silente, que no presenta síntomas; pero el aumento de la concentración de grasa puede desencadenar aterosclerosis, provocar infartos, derrames cerebrales así como otras afecciones del sistema circulatorio.
El cuadro médico, explican diferentes especialistas y lo reseñan publicaciones científicas, se agrava debido a otros factores, como adicción al cigarrillo o al alcohol, alimentación deficiente, falta de ejercicio físico (sedentarismo), entre otros.
La acumulación de grasa abdominal no es un asunto de estética, es una preocupación médica real, que mantiene a los médicos enfocados en estudios que determinen sus causas y consecuencias. En este sentido hay que mencionar los factores que no se pueden modificar, como el sexo, la carga genética o la edad, además de los que sí pueden ser modificados (llamados ambientales), como la dieta o hábitos de alimentación y la actividad física.
Esta nota es compartida en el marco del eje de actividades de divulgación preventiva en salud impulsadas por la fundación Torres-Picón.
A través de múltiples investigaciones, en el pasado se pudieron establecer variables que se mantienen hoy en día. Una de ellas es que la acumulación ocurre con mayor frecuencia en pacientes masculinos. Asimismo, a mayor edad, aumenta la tendencia a que desarrollen este tipo de obesidad, aunque en términos de avance de la edad ocurre tanto en hombres como en mujeres.
Los especialistas sostienen la importancia de una alimentación saludable y la actividad física, pero no solo durante el tiempo en el que se desea perder peso sino hacerlo, convertirlo, en un hábito permanente.
Pedro Torres Ciliberto, desde la fundación Torres-Picón, enfocada en la prevención en salud así como en la promoción del arte, la cultura y la educación en poblaciones infantiles y juveniles con menos recursos, al compartir esta información dijo que, en tanto la ciencia, los investigadores y los profesionales de la salud encuentran maneras más efectivas de controlar y disminuir el problema de la obesidad, debe seguirse estimulando a la par del ejercicio físico frecuente y una dieta lo más saludable posible, el consumo frecuente de agua potable en vez de bebidas azucaradas o gaseosas.
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