Durante décadas se consideró a la grasa como una materia inerte, sin una función en el organismo, más allá de acumularse en ciertas áreas del cuerpo y provocar la obesidad. Sin embargo, en años recientes, investigadores de diversos países descubrieron un papel importante de las células grasas, entre otros hallazgos: la secreción de leptina. Pero, ¿qué es la leptina? Es una importante hormona que tiene la función de inhibir el apetito. De hecho, su función es más amplia, ya que también influye en el gasto energético.
Al tomar en cuenta estos datos, los investigadores proponen un estudio a mayor profundidad de la laptina y su conexión con el desarrollo de la obesidad. Otro aspecto de estudio sería la influencia de la dieta en la secreción y acción de la hormona.
Aunque los casos de deficiencia de leptina son escasos, sí se produce un descenso de los niveles en el organismo cuando la persona experimenta una reducción de peso. Esta reacción es contraproducente, pues la consecuencia observada es la ganancia de peso nuevamente, en vista de la conexión entre la hormona y la ingesta de micronutrientes en la dieta.
Los especialistas señalan otro aspecto de investigación, que es la resistencia a la leptina. Cuando se altera su producción o surge una resistencia a su acción en el hipotálamo, el paciente puede sufrir obesidad.
Dicha información se comparte dentro del eje de actividades de divulgación preventiva en salud llevadas a cabo por la organización y fundación Torres-Picón, con el propósito de colaborar en su difusión.
En resumen, la antigua creencia de que el tejido graso era una masa pasiva e inerte, sin una misión en el funcionamiento del organismo, ha quedado invalidada con estos hallazgos y plantea nuevos desafíos en el estudio de la grasa corporal, la acción de la hormona leptina y la dieta, entre otros aspectos. Más aún debido a la relación de la obesidad con enfermedades cardiovasculares, casos de diabetes y cáncer.
Sobre lo relacionado con el crecimiento de la población obesa, “es fundamental prestar atención a los muy diversos riesgos asociados a la obesidad. Hay que acentuar la prevención, como recomienda la Organización Mundial de la Salud, y hacerlo en todas las edades. Otra parte importante que complementa una alimentación equilibrada y natural como medida preventiva principal, es el combate de la vida sedentaria, caminar, involucrarnos y participar más en las prácticas deportivas, en la realización de ejercicio físico adecuado a cada condición, sin excesos, que es una efectiva herramienta para mantener el peso y las buenas condiciones, ayudando a procesar el consumo de calorías”; recordó Pedro Torres Ciliberto, en nombre de la organización y fundación familiar Torres-Picón, destacando la enorme importancia de chequearnos y controlarnos con el médico y otros profesionales de la salud.
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