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Periodista Bellorin supera el Covid-19, envía agradecimientos a las autoridades del gobierno


El periodista Miguel Bellorín, por medio de un escrito de casi 13mil caracteres publicado en la red social Facebook, el cual título "YO LO VI...VIVÍ" cuenta de su experiencia vivida en su lucha para superar el Covid-19, ya que así lo señala textualmente en su artículo, cito: "Me hicieron la prueba rápida y dio positiva. También la PCR", aunque en otras varias ocasiones habla de un "posible Covid-19" algo un poco contradictorio.

De igual modo, de los casi 13 mil caracteres en el qe narra su historia, más de la mitad del escrito esta lleno de agradecimientos a las bondades y ayuda brindadas por las autoridades del gobierno su persona, a través del hospital Gervacio Vera Custodio.

También no desaprovechó la oportunidad para arremeter contra colegas periodistas que a su criterio no resaltan logros de los cuales según expresa se beneficia, no solo él, sino todos los ciudadanos del municipio Piar.

A pesar de las críticas del periodista Bellorin al director de este diario digital, solo por el hecho de este medio dar cabida a las denuncias de los ciudadanos que no han recibido la debida atención que él sí recibió, procedemos a publicar íntegramente su artículo para dar ejemplo de libre ejercicio de la libertad de expresión y democracia, y aclaramos que no quitamos meritos a sus legítimos agradecimientos, como también hay que saber que no todos tienen la dicha de tener la misma suerte que él y aquellos también tienen derecho a expresarlo, porque como hay buenas experiencias como la del colega, hay otros que lamentablemente solo tienen para contar las malas experiencias en su lucha contra el Covid-19 y muchos no han quedados ni para contarla durante esta pandemia.

YO LO VI...VIVÍ
(Por Miguel Bellorín )

Comienzo por decir que ante los síntomas que presentaba, opté por automedicarme; un error. Quizá lo hice por instinto de conservación, por miedo o quizá por no ir al médico creyendo que sólo tenía una gripe común. Retrasé mi ida al Hospital de Upata. Ya tenía casi una semana enfermo, tratándome o automedicándome. Al ver que tosía, tenía fiebre, dolores agudos en las articulaciones, garganta, dolor de cabeza y no podía sostenerme, previos regaños de mi hija Amanda Miguel, vía whatsapp, desde Brasil, que me decía que fuera al médico, pues ya no era un muchacho; tienes 62 años, me apuré. Fui a un centro privado. La placa arrojó según el que me la tomó(en los pulmones), estaban "comprometidos". Me asusté más. Quería hablar con un neumonólogo y no fue posible.

El centro privado, donde él atendía estaba full. Placa y consulta en $. A mi mente, en ese momento, acompañado de mi esposa Rosa Pulido, preocupada, pues yo tosía y me ahogaba, quizá ya faltaba oxigeno; se me ocurrió llamar a la alcaldesa Yulisbeth García. Me atendió y me pidió que fuera al hospital Gervasio Vera Custodio. Que allí estaba un equipo esperándome. Así fue: estaba la directora del Hospital, generala Zurimar Arveláez; los doctores Ramón Bonalde y Héctor Valladares. El primero epidemiólogo y el segundo jefe de Malaria. La magister Zulet Flores. Era la una de la tarde del 27/07/2020.

Me hicieron la prueba rápida y dio positiva. También la PCR. Estaba nervioso. El Dr. Valladares, me dio a entender con la mirada que se iba hacer todo por mi salud. Prácticamente sentí que me llamaba la atención por no haber llegado antes al Hospital.

La alcaldesa Yulisbeth García, a quien agradezco su apoyo moral, humano y espiritual, como lo hace cada día con todo paciente que ingresa al hospital Gervasio Vera Custodio, a través de su equipo de trabajo que tiene allí día y noche, monitoreaba mi atención, cuido y vigilancia. Gracias a usted alcaldesa Yulisbeth García.

Mi susto, luego de mi hospitalización apenas comezaba. El miedo natural a morir. No obstante, no tenía otra alternativa. Nunca había estado hospitalizado en el Gervasio Vera Custodio. Sólo estuve cuando hace 62 años me parió mi mamá Reyes María Pérez. Antes iba a este centro, para llevar remedios y apoyar en el arreglo de una ambulancia. Era presidente de la Sociedad Amigos del Hospital de Upata.

Nunca me imaginé estar como paciente. Y menos en este momento de pandemia. Seguía mi miedo. Estaba en el área de Malaria. Y al siguiente día, aun con los síntomas de falta de oxigeno, tos, fiebre; me dicen que debo ser aislado. Me llevan en silla de ruedas a un área donde están los enfermos de presunto Covid-19. Una sala donde diariamente sacaban un cadáver. Hasta el sitio nadie se acercaba. La gente no entra allí. Sólo el personal paramédico.

A las 2 y casi tres de la madrugada, sólo se escuchan lloros. Y el comentario: murió. En la mañana cerca de donde estábamos siete pacientes con presuntos Covid-19 nos mirábamos las caras cuando personal del SENAMECF/Piar, retiraba el cadáver. Era como si nos preguntáramos: quién será el próximo?. Al quinto día, experimenté mejoras. Antes, los días. Sobre todo el tercer día, llegó uno que otro visitante a la sala. Me extrañó. La voz de un hombre tapado con traje de bioseguridad, me preguntó: cómo te sientes Bellorín?. Más tarde entró otro y luego otro. Pensé algo no está bien. Y así era. Se había dicho afuera del Hospital: murió Bellorín. Y los que entraron casi seguido querían dar la noticia primero. Otros dijeron que estaba entubado y hasta que había sido sacado a media madrugada para trasladarme al hospital Ruiz y Páez. Esa misma noche o quiza madrugada entraba y salía gente. Se les escucha decir: han muerto 9 personas. Van 29 muertos. Es decir, el castigo psicológico lo vivimos día y noche.

En en el cuarto de Medicina Interna, me encomendé a Dios. Oré y recé. Dios era mi médico. Recuerdo haber leído tres padres nuestros. Una Sra. que cuidaba a su esposo nos leía salmos de un Nuevo Testamento. Yo, añoraba que llegara la noche para escucharla y calmar mi miedo. Escuchar la palabra. En la sala de enfermo, aprendí a que Dios me estaba dando otra oportunidad de vida. Y era así. No quería llevarme todavía.

Aprendí cuánto frágil somos los seres humanos. Aprendí a valorar al prójimo, al amigo, a la familia, al desconicido. Sí al que no conoces hasta que te topas con él en un cuarto de enfermos, todos con probabilidades de vivir o morir en cualquier momento. Un desconocido, que se hace tu amigo, porque al igual que yo necesita un hilo o un poquito de oxigeno para respirar y vivir un instante. Allí, aprendí a compartir: oxigeno. Había que darle al desconocido que lo necesitaba. Alternarnos el oxigeno. Aprendí a querer, apreciar y a valorar a los seres humanos. Apreciar al hijo, al hermano, al extraño. Al amigo. A aquel, que te envíaba un audio o un msj de texto de fe, amor y aliento. Gracias a todos. No sé si puedo decirlo, pues a pesar de salir de alta médica, luego de 10 días internado, con tratamiento estricto, delicado y seguro, no me atrevía a decir: vencí al Covid-19 o a la terrible enfermedad respiratoria que me atacó y todavía lucho por vencer. No quería abandonar el Hospital. No sé me sentía seguro. Quería quedarme. Me fui al otro día. Se lo comuniqué emocionado a la alcaldesa Yulisbeth García: me voy de alta. Ella, gentilmente y emocionada, porque lo percibí en un audio que me envió, me respondió: Dios te dio otra gran oportunidad de vida. Dios tiene un propósito contigo. Cuídate. Celebro que hayas vencido a un posible Covid-19. Eres un guerrero Bellorín. Doy las gracias a Dios, al personal médico, camilleros y paramédico. No sé si fui un buen paciente, lo que sí se es que me sentí bien atendido en el hospital Gervasio Vera Custodio.

La alcaldesa Yulisbeth García, me recordó que si hubiese acudido antes al Hospital o a un centro médico, mi cura hubiese sido más rápida. En otras palabras, amigo que lee este material: no nos automediquemos. Vayamos al médico y, sobre todo vayamos al hospital Gervasio Vera Custodio. Dejar el miedo. El miedo a que te aislen, que te dejen solo y sobre todo creer en nuestras instituciones hospitalarias.

La alcaldesa Yulisbeth García, junto al gobernador Justo Noguera, están trabajando. Buscan fortalecer la lucha contra los posibles casos de Covid-19. Esta semana el Gobernador, vino dos veces a Upata, a traer insumos. Vamos a darle respaldo a nuestra alcaldesa Yulisbeth García. Ella, sólo busca ayudar, apoyar y cuidar a su pueblo. Vamos a unirnos. El llamado es a factores de la oposición local. Veo redes y sólo hay ataques malsanos de pájaros de mal agüero, que tratan de torpedear sin razón, sin criterio y sin fundamentos, el trabajo diario que hace la primera autoridad local, por atender a su pueblo en este momento de pandemía. Quiero citar al locutor Víctor Hugo Garrido, quien escribe sarcásticamente atacando a la Alcaldesa. No tiene otro norte. Sólo critica, critica y critica. No presenta solución. Nada. El fue concejal, pero ni eso debe recordar. Amigo Garrido, haga un alto. Pida a Dios, que te revise. Ahorita, hermano no hay elección a alcalde, digo si es que estás en campaña. Mientras tanto, suma. Hay un ciudadano que necesita saber cómo hacer para librarse de un posible Covid-19. Entonces usa tus escritos en ese sentido. Así hay otros colegas como Carlos Andrés Monsalve y David Paché.

Se imaginan si todos con muestros escritos y conocimientos como comunicadores sociales, organizáramos una actividad en materia de salud en la lucha contra el Covid-19?. Es más, que solicitemos una reunión o encuentro comunicacional con la alcaldesa Yulisbeth García. Llevarles propuestas, ideas e iniciativas?. Sería maravilloso porque nos estaríamos uniendo para atacar la pandemia. Y no hacerlo, es fortalecer la enfermedad del Covid-19. Yo, luego de esta terrible situación que estoy viviendo, donde entiendes perfectamente que solo no puedes vencer a la enfermedad, sino unido, en solidaridad y apoyo mutuo, me ha quedado esta lección de vida. Ahí aprendí y lo repito a dejar la mezquindad, el egoismo, la vanidad, el orgullo, la soberbia. Aprendí a que es necesario la humildad, el compartir. Vale es la solidaridad, el amor, Dios y su hijo Jesús Cristo. Ahí sólo ves que de nada sirven tus reales, dólares, etc. Sólo vale humillarse a Dios. Porque él es el dueño de todo. Es el dueño de tu vida. Y sólo él decide qué hacer contigo. De qué nos sirve tener carros, bienes de fortuna y mucho dinero?.

En el hospital Gervasio Vera Custodio, de donde pensé, según lo que escuchaba salir con los pies para adelante, encontré cura y sanación. No sólo de una terrible enfermedad pulmonar, sino encontré cura a otros males que agobian a la sociedad como el odio, la envidia, la avaricia, etc. No sé si soy un ser nuevo ahora. Lo que sí se es que esta nueva oportuniddad de vida que me ha dado Dios, quiero, deseo y buscaré, compartirla con mi prójimo. Hacer acciones que agraden a Dios. Ayudar a la gente. Dejar a un lado la falta de generosidad. Ser fieles a Dios.

Yo, Miguel Bellorín, estoy agradecido. A ti amigo, a ti, que sin conocerme me tuviste en tus oraciones que tanto me ayudaron. Estoy vivo, vencí y me verán en la calle, porque tú, amigo y desconocido, me ayudaste. No vaciles o dudes al verme en la calle, en saludarme. Si lo haces, me vas a recordar que estoy sano y salvo gracias a ti. Para mi sera maravilloso, poder escuchar en la calle que me llames por mi nombre: Epa!. Bellorín. Celebro la vida, celebro el amor del prójimo, celebro el tener gente amiga a mi lado, celebro que en el municipio Piar del estado Bolívar, podamos toparnos en la acera o en cualquier lugar.

Es bonito!. No los quiero extrañar. No quiero, Dios no lo quiera enfermar otra vez para saber que existe tanta gente bonita, gentil, solidaria, atenta, hospitalaria y diría muy humana en nuestra querida Upata.

Les pido que amemos a Upata. Ella es nuestro terruño, nuestro lar nativo, y estoy seguro que muchos que no son de Upata, la han aprendido a querer. Estoy orgulloso de ser de Upata. Y pido a Dios, que nos siga iluminando, para que nuestra tierra siga creciendo, progresando y desarrollándose. Pedirle a la alcaldesa Yulisbeth García, como la primera alcaldesa de mi pueblo, que no desmaye en su misión de fortalecer cada día el sentido de pertenencia de todos los piarenses que sí amamos a Upata. Dios es bueno!. Soy vencedor gracias a Dios y Jesús Cristo!. Aleluya!.

Agradecimientos!. A mis hijos en Brasil, Miguel Antonio y Amanda Miguel. Mi nieta Alice Miguel. En Perú, a mis hijos Jorge Andrés y María José Bellorín. Mi nieta Mía Cristina y su abuela Marianela U. A mis hijos Uriel Gabriel y Jeremías. Pastores Yolet Marsilli y Juan Carlos Salazar y su hijo, mi amigo Christian. Pastora Yurka Suzarra. Al radiodifusor Lester Sulbarán y familia. A mi amigo Fayad Douaihy y familia, el Dr. Atife Habib y familia. El Dr. Héctor Valladares y familia. El Dr. Ramón Bonalde, Dr. Rizzo. Al vecino "Maracucho" y vecinas de mi comunidad. Me hicieron llegar un jarabe, raices y matas, pero sobre todo su cariño. A las familias Herrera-Pulido, médica Angélica Pulido(desde España), a la abogada María Herrera. A la familia Bonalde-Pulido, a la familia Pulido-Gutiérrez, familia Solano-Pérez, sobre todo a la niña Nenahs, María Gabriela y José Miguel Solano, sus padres. Al equipo aguerrido, trabajador y comprometido con el pueblo de la alcaldía bolivariana del municipio Piar, bajo la responsabilidad de la alcaldesa Yulisbeth García, mujer noble, humana y solidaria. Su administración, está apoyando a la gente, familias y trabajadores afectados por esta pandemia, con incentivo material para la adquisición de medicamentos y no nos ha faltado "la gotita de amor". Gracias a usted cuidadana alcaldesa. Agradecido a mi hijo José Antonio Bellorín, que no me dejó solo. Y a mi esposa Rosa Pulido. A la familia Chavero-Acosta. A Elisimar y Yennimar Bonalde y su mamá Ysamar Bonalde, a la Sra., mi suegra Carmén Gutiérrez, por tenerme en sus oraciones y pedirle al Dr. José Gregorio Hernández por mi salud. A Adrián Farrera. A mi sobrina María Alejandra y su mama, mi hermana Yajaira Pérez. A Noris Lereico. A Jacqueline Pulido. Su esposo Sr. Herrera. A las niñas Valeria González y Camila Akison. A Luis Bartolo Luigi. A todos. Dios se los pague. A mis compañeros de cuarto todavía en recuperación, Alexis Gabino López Mayorga, Angel Ochoa, Francisco Martínez, Freddy Medina, William Santander y Anibal Acibe, quien falleció este miércoles 11/08/2020. Lamentamos su deceso. Que Dios lo reciba en su santa gloria. Les estoy agradecidos!.

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