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Producción agropecuaria se pierde por falta de combustible en el municipio Piar

En Piar, cuando despachan combustible, son dos y tres días de cola para solo 20 litros de gasolina. Es por ello que en las fincas de Upata, El Manteco, El Pao y los asentamientos campesinos se pierde el producto




La producción agropecuaria disminuyó desde que comenzó la cuarentena, pero también se están perdiendo productos. La falta de combustible no permite sacarlos de las fincas ni cumplir con el proceso productivo.

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La producción agropecuaria es uno de los sectores más golpeados por la escasez de combustible en el estado Bolívar. Desde antes que comenzara la cuarentena en marzo de 2020, ya había problemas para el abastecimiento de gasolina o diesel. Con la pandemia, las restricciones vinieron a mayor. Son cinco meses en que los ganaderos difícilmente pueden ir a las fincas, y las cosechas se pierden.

Octavio Páez, vicepresidente de la Asociación de Ganaderos de Piar (Asogandipiar), estuvo al menos 28 días sin poder ir a su finca. La comida y medicinas las enviaba con vecinos que contaban con vehículos a gasoil y podían movilizarse. A los pequeños productores se les hace imposible comprar gasolina a cuatro y cin dólares el litro.

"Esta semana paré la producción de queso porque cuando mandé la comida y las medicinas con el vecino, se me quedó la bolsa donde estaba el cuajo. El ordeño no puede parar y la leche se la dimos a los cochinos. El sector agroalimentario es sumamente frágil, y en estos tiempos el combustible forma parte fundamental para el desarrollo de nuestras actividades diarias», relató.

Dependiendo de la distancia, los productores acuden a las fincas una vez por semana o cada 15 días, en promedio.

«Una finca promedio en Piar debe estar alrededor de los 80 kilómetros del centro poblado, y eso demanda un combustible para llegar hasta allí. La producción agropecuaria cuenta con un proceso de supervisión en la que los propietarios tienen que ir hasta la finca, estar presentes para corregir fallas, que todo esté encaminando bien. Por ello es imprescindible la gasolina y el gasoil», destacó Pedro Castro, productor agropecuario en los municipios Piar y Caroní.

Pérdida de la producción agropecuaria

En Piar, cuando despachan combustible, son dos y tres días de cola para solo 20 litros de gasolina. Es por ello que en las fincas de Upata, El Manteco, El Pao y los asentamientos campesinos, se pierde el producto.

«Por la zona del Buey hay muchos productores que no han podido sacar sus cosechas por la falta de combustible», comentó Patricia García, productora agropecuaria de Piar.

Tenemos la maquinaria prácticamente paralizada, no hemos podido preparar tierras, no se ha podido desmalezar los potreros, lo que ha generado casi toda una paralización en la unidad de producción, y que para cualquier actividad que se realice se necesita el combustible», agregó.

Una producción que no para

García señaló que aunque están prácticamente parados por la falta de combustible, la producción no puede paralizarse del todo. Alegó que no se puede dejar de ordeñar, de hacer el queso, de producir y seguir viviendo.

«Nuestras santamarías no pueden bajar. Las vacas hay que ordeñarlas todos los días, la producción en el campo no para, pero para que la mercancía llegue a los centros de consumo, los productores debemos contar con combustible», añadió Páez.

Carlos Gibson, odontólogo y productor agropecuario, viaja a su finca en la vía El Manteco cada 15 días. Por falta de gasolina se le hace difícil sacar la producción de quesos, mantequillas y de maíz tierno.

«Así como en el comercio, la venta de carne cayó de seis reses semanales a una semanal. También bajó la producción de queso y leche. Sale mejor sustentar al becerro, que tome más leche y no vender muy bajo los productos», manifestó Gibson.

Precisamente, la productora agropecuaria Patricia García destacó que los precios de venta son otra de las dificultades actuales debido al bajo poder adquisitivo del consumidor.

«El poder adquisitivo del venezolano ha hecho que el consumidor no pueda adquirir los productos. Por ende, el producto tiene poca salida y los precios están cayendo para ver si existe la manera de que salga un poquito más. Un kilo de queso, un litro de leche, es pagado al productor a bajo precio para por lo menos tratar de solventar algunas situaciones», explicó.

Sin combustible no hay producción

Los productores agropecuarios afirmaron ser conscientes de la pandemia que se vive. Por eso cumplen rigurosamente con los protocolos de bioseguridad. Sin embargo, el combustible es vital para cumplir con las actividades que implica el proceso de producción agropecuaria.

«Por ejemplo, hasta una simple falla en el suministro eléctrico, nosotros debemos ir a solventar para mantener algunos equipos en funcionamiento y conservar algunos productos. Normalmente, debemos hacer dichas compras de repuestos en Upata, Puerto Ordaz e incluso Ciudad Bolívar, y retornar a la finca. Eso causa consumo de combustible», precisó Gibson.

Sin respuestas

Julio Malavé, presidente de la Asociación de Ganaderos de El Palmar (Asogapal), en el municipio Padre Chien, afirmó que a veces va hasta una vez por mes a su finca por falta de gasolina.

«Hemos hecho las solicitudes pertinentes a los entes y componentes del Estado, haciéndoles el llamado, entregándoles comunicaciones, solicitando el combustible. En El Palmar, aproximadamente hace tres meses o más solicitamos 70 cupos, nos aprobaron 17. De paso, nos mandan al municipio Caroní desde Padre Chien, para surtir solo 30 litros de gasolina. Desde El Palmar, la mayoría de las fincas están a 40 y 45 kilómetros», detalló.

Malavé manifestó su preocupación por que la situación continúe el próximo año y afecte las planificaciones de siembra, inseminación artificial del ganado, entre otros.

«Los planes se han venido abajo. Quiere decir que para el próximo año va a ser peor porque no vamos a tener cómo solventar la crisis agroalimentaria del país. Nos reunimos una vez con la alcaldesa (de Padre Chien) Sol Rubinetti, nos ofreció todo tipo de ayuda, pero más nunca le vimos la cara ni obtuvimos respuesta. Creo que es el único municipio que no goza con salvoconducto directo de su primera autoridad, y los productores de El Palmar abandonados«, expresó.

La pérdida de queso y leche es constante por no poder sacarla a distribución. Tampoco hay alternativa para conservar el producto.

«Se han perdido bastantes cosechas, se está perdiendo leche, queso, porque tampoco contamos con el ingreso económico para resolver y solventar la problemática. Para preservar la leche necesitas electricidad, y en El Palmar se va la luz hasta 25 y 26 horas, y no tenemos el gasoil para prender las plantas eléctricas para por lo menos mantenerlas en frío. No es que estamos botando el producto, porque eso sería un crimen, es que se está perdiendo», aclaró.

Inseguridad

La inseguridad es otro de los problemas que enfrentan en El Palmar y los cuerpos policiales no cuentan con combustible para atender las denuncias.

«Estamos muy preocupados porque se nos avecina hambruna, más problemas», advirtió Malavé.

Noel Naar, presidente de la Federación Regional de Productores Agropecuarios del estado Bolívar, hizo un llamado urgente a las autoridades para brindarles el apoyo con el despacho de combustible.

«Sabemos la situación país con respecto a la pandemia, pero también queremos hacer entender que en los campos no paramos, que necesitamos atender nuestras unidades de producción, y para ello requerimos combustible, para que nuestras actividades se puedan seguir desarrollando y aseguremos el alimento que necesita el pueblo de Venezuela», manifestó Naar.

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