Algunos de estos pequeños comerciantes informales, han sido afectados al ser retirados de las calles del centro de la ciudad
Upata. – En el municipio Piar, como en otros estados del país existen buhoneros informales en las calles, avenidas y plazas, donde se vive dos realidades, una es lo establecido por el Concejo Municipal, en cuanto a la presencia de estos pequeños comerciantes en los espacios públicos, y otra es la necesidad de trabajo que estas personas alegan.
Benjamín Quinchoa, quien lleva más de 25 años en la calle Miranda de Upata, expresó que diariamente sale a vender bolsos y ropa casual, para poder llevar el sustento a su hogar, a pesar de que en ocasiones los funcionarios policiales y públicos le ordena retirarse de las aceras, “no tengo nada en contra de estas personas porque ellos sólo hacen su trabajo y cumplen con una orden”.
Llevan sol y molestias
Para Quinchoa, trabajar en plena acera por años ha sido una molestia, quien debe permanecer bajo el inclemente sol, aunado a los cambios de temperaturas, “las ventas bajan y suben, durante estas últimas semanas ha llovido y esto me perjudica porque debo estar cubriendo o recogiendo la mercancía para que no se me moje, aunado a las ventas que no salen”.
Mientras que Gladys Solano, también comerciante informal por más de 24 años resaltó, “tengo un hijo especial, por tanto, debo salir a la calle todos los días a caminar para vender dulces y así poder cumplir con los alimentos para mi hijo y su tratamiento, aprovecho para hacer un llamado a la alcaldesa del municipio Piar, que nos reubiquen en un local del centro de la ciudad, así podremos contar con espacio seguro y estaremos protegidos del sol y la lluvia”.
A lo largo y ancho de las calles Ayacucho, Miranda, avenida Bicentenario y casco central, se observan a los trabajadores de frutas, dulces, tortas, ropa, zapatos, cholas, entre otros productos de gran demanda, ofreciendo sus artículos.
Redacción Upata Digital.-
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