«Vivimos una situación de puro maquillaje en el municipio», dijo.
Argumentó que servicios básicos como el de agua potable y gas doméstico son prácticamente inexistentes, por lo que en las calles abundan las ventas de leña.
«En los centros de recepción de los cilindros (la gente) ha esperado hasta tres y cuatro meses que los surtieran, y los llamaron para que buscaran las bombonas vacías porque el gas nunca llegó», relató.
De igual forma, comentó que los hospitales se han visto colapsados por la cantidad de personas que asisten con problemas respiratorios producto de la práctica de cocinar a leña.
En relación a los problemas eléctricos, contó que deben esperar «semanas y meses» para que puedan realizar el cambio de un transformador cuando este se quema.
Sin atención médica
Sobre la atención médica y el estado del sector salud, Bello indicó que, aunque se han adecuado algunas áreas «con ayuda de las empresas privadas», siguen sin medicinas.
Mismo caso que se da cuando necesitan de la atención de algún especialista, «ahí hay cuatro o cinco médicos cumpliendo por su amor a la profesión pero no hay una estructura».
Bello también denunció que el transporte público «está en decadencia».
Pues los transportistas privados deben hacer largas colas y esperar los turnos para abastecerse con combustible.
Ante ese problema, la mayoría de los ciudadanos se trasladan en camiones no adecuados para trasladar pasajeros.
«Ves camiones ganaderos cargando pasajeros y cobrando, y no hay nadie que explique u ofrezca alguna solución», comentó.
Problemas sin resolver
Finalmente, hizo un llamado a las autoridades «para que presenten un plan serio de cómo se van a resolver estos problemas».
«Yo creo que el dinero se invierte solamente en limpiar las calles y aceras (…) pero no hay una estructura gerencial clara para ver hacia dónde va el municipio», señaló Bello.
Por otro lado, dio a conocer que hay un equipo trabajando en propuestas «viables» para resolver los problemas básicos que aquejan a los ciudadanos.
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