Entre los ciudadanos que no tienen cultura de manejar correctamente la basura y las autoridades, gobernador; diputados, alcalde y concejales, así como miembros de los consejos comunales, que no hacen su trabajo, el problema de la basura se convierte en algo obvio.
Por las benditas fiestas de Carnaval, tradición que no puede parar, de acuerdo a los Padres Fundadores del pueblo, el Covid-19, P1 y P2, se extendió por todo el país convirtiéndose en la segunda ola, llevándose la vida de tantas personas útiles; la falta de agua, a pesar de ser el estado Bolívar, el resorvorio de agua más grande del país; la inseguridad porque todo el mundo está sometido a los designios de alguien a quien llaman El Toto y la basura, los habitantes de ese municipio creen haberse convertido en la sucursal del infierno.
Ojalá el alcalde Alberto Hurtado, llame a su amigo el gobernador Justo Noguera, y le pida que le mande unos camiones de recolección de basura.
Si no tendrá que ponerse de acuerdo con alias El Toto para que el tipo también cobre unas gramas, como le quita a los molineros y mineros, para dejarlos vivir, y recoja la basura.
Quien sabe, a lo mejor El Toto descubre que tiene ese talento oculto: El de recogedor de basura.
LT.-
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