En la protesta también participaron empleados de Sidor y Alcasa, quienes señalaron que en esas fábricas también hay áreas que fueron desmanteladas para procesarlas y venderlas como chatarra.
“Cuando estaban pasando la sierra por esos conductores, nos estaban abriendo el pecho y nos estaban arrancando la cabeza. ¿Dónde van a trabajar nuestros hijos y nietos?”, exclamó Hugo Medina, presidente de la Asociación de Jubilados del sector aluminio.
El pasado 7 de julio, antes de que comenzara la desinstalación de las celdas de producción en CVG Venalum, los trabajadores llevaron un documento a la Fiscalía Anticorrupción en Ciudad Bolívar para que ese despacho inicie una investigación, pero no obtuvieron respuestas.
“Nos oponemos a que conviertan la empresa en chatarra. Si usted hace una fila con esas más de 300 estructuras, hay una superficie de más de tres kilómetros. Imagínese eso”, dijo Manuel Díaz, directivo de la Federación de Trabajadores de Bolívar y empleado de CVG Venalum.
Díaz sostuvo que hay una solución a la debacle en la que está sumergida la industria del aluminio. “Nuestra propuesta es que se haga un plan serio de reactivación de las líneas 1, 3 y 4, y así no habría necesidad de desmantelar la empresa. Con esa propuesta ganan los trabajadores y gana el país”, aseguró.
Los empleados enfatizaron que seguirán protestando en la calle, porque piensan que es la única forma de llamar la atención del Gobierno. “Hay que salir a la calle, porque esto no es un sistema político, es un sistema de mafias, delincuentes y esos son los que dirigen el país”, declaró César Soto, dirigente laboral de Sidor.
EP
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