En tal sentido Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), así como de la policía nacional y municipal, les piden mercancía o divisas para cederles el libre tránsito a los mercados del oriente del país.
Uno de los comerciantes de ají dulce, cebolla y pimentón, quien prefirió mantener su nombre en el anonimato para evitar represalias, explicó que cada vez que viaja desde la población de Alta Gracia De Orituco, en el estado Guárico, hasta el mercado porteño, debe pararse en ocho alcabalas, de las cuales, cinco corresponden a la GNB y tres a la Policía Nacional Bolivariana (PNB), para pagarles con mercancía y así cruzar sin mayores contratiempos.
El transportista, agregó que en otras oportunidades los cuerpos de seguridad les exigen 10 dólares, de lo contrario los amenazan con pagar multas y llevarlos al comando, donde pueden pasar varias horas detenidos junto a sus ayudantes hasta ser liberados. “A pesar de tener toda la documentación al día, los policías siempre buscan una manera de extorsionarnos”.
Por otra parte, Rafael Portillo, otro de los transportistas afectados, denunció que en cada viaje desde el sector La Paragua, estado Bolívar, debe dejar al menos un racimo de plátanos en cada una de las nueve alcabalas que están instaladas en la carretera nacional hasta Puerto La Cruz, sin incluir a las provisionales que colocan las policías municipales.
Portillo reclamó que tanto la GNB como de la PNB en vez de brindar seguridad, lo que hacen es quitarles la mercancía y el dinero a los trabajadores del campo. “Nos cuesta mucho conseguir gasolina y encima de eso perdemos entre $ 50 y 80 dólares en cada viaje. Están perjudicando a los comerciantes y la imagen de los uniformados”.
Inseguridad nocturna
Los camioneros señalaron que sólo pueden viajar de día, ya que en horas nocturnas existe mucha inseguridad.
Alegan que al conducir de noche las posibilidades de ser asaltados en la vía son muy altas, lo que implicaría perder la mercancía y el camión, además de poner sus propias vidas en riesgo a manos de los delincuentes, que colocan trampas para que los vehículos se accidenten.
Por otro lado, las malas condiciones de las carreteras es otro de los obstáculos que deben superar para llegar hasta Puerto La Cruz.
En tal sentido, más de 100 camioneros que hacen vida en los mercado orientales les exigen a los oficiales superiores de cada una de las alcabalas, que suspendan a los extorsionadores y se dediquen a mantener la seguridad, ya que se sienten perjudicados y desprotegidos.
Armando Gruber
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