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Problemas estructurales del Sistema Eléctrico Nacional hacen previsible un nuevo mega-apagón

Con cada bajón de luz, los venezolanos tienen memorias inquietantes del 7 de marzo de 2019, cuando el país estuvo apagado durante varios días. Son recurrentes. Solo ayer se registraron cuatro en Caracas, mientras otras zonas del país todavía hoy no tienen electricidad.

¿Estamos ante un próximo apagón?

ND consultó a un experto en energía eléctrica, quien por motivos obvios prefirió mantener su nombre bajo anonimato, al recordar que el último experto que habló de esto a la prensa está en el exilio, pues el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, ordenó su investigación y captura. Se trata del ingeniero Winston Cabas, expresidente de la Asociación Venezolana de Ingenieros Eléctricos, Mecánicos, Profesionales y Afines (Aviem).

A juicio de nuestra fuente consultada, los recurrentes apagones que se están generando a diario «son un tema que está perfectamente diagnosticado y se ha venido anunciando y diciendo desde hace mucho tiempo y obedece simplemente a que es una situación estructural y no de un fallo puntual de un equipo», dijo.

Por lo tanto, sí. Es previsible.

“En el 2019 vimos que era posible tener un evento de esa magnitud de que el país estuviese apagado varios días. ¡Claro que puede repetirse!”, afirmó.

¿Por qué?, explica: “el problema eléctrico de Venezuela deriva a la inversión no adecuada de los recursos económicos. ¿Qué hicieron con ese dinero invertido? El sistema eléctrico nacional de Venezuela debería costar entre 30-35 a 40.000 millones de dólares y el gobierno dice que ha invertido invirtió más de 50.000 millones de dólares y el sector eléctrico sigue de apagón en apagón”.

Considera que lo que sucede en el país «no es una crisis eléctrica sino una crisis energética» porque también se le suma la debacle de Petróleos de Venezuela que, al no producir ni incorporar combustible, « todas las plantas termoeléctricas están fuera de servicio».

Afirma que las causas de los apagones en Venezuela se deben a la falta de mantenimiento del sistema. “Aquí lo que se está haciendo son mantenimientos correctivos y esto sucede cuando sale la cuadrilla a ver qué hacen”, destaca.

Adicionalmente, comenta que el personal de electricidad no cuenta con los equipos necesarios para ejercer su labor y que es la ciudadanía común quien compra los repuestos (fusibles, transformadores, cables, entre otros) para que las fallas en su comunidad-sector, sean solventadas. «Esto es un tema multifactorial que no se va a resolver por una declaración del ministro, es un trabajo sistemático que requiere años de trabajo con profesionales».

Por otra parte, resaltó que el proyecto Plan País entregó en el año 2019 un diagnóstico sobre lo que requería el sistema eléctrico y «eso no ha cambiado» y que ahora luego de dos años la crisis eléctrica «se profundizó».

Un problema de vieja data

ND conversó en exclusiva con el ingeniero eléctrico, Juan Carlos Rodríguez, quien señaló que la crisis eléctrica comenzó en el año 2006 cuando se cruzaron la oferta de generación con la oferta de demanda y desde entonces comenzó a ser deficitario el sistema con una serie de contrataciones que no se utilizaron como se debía para que pudiese garantizar la capacidad de generación de energía eléctrica, así como también su capacidad de transmisión, aparte de que el sistema eléctrico requiere de un mantenimiento en toda su estructura.

A esto, se le sumó la puesta en marcha del programa habitacional Misión Vivienda, cuya construcción de edificaciones debilitó la energía eléctrica. Además, todas las dificultades se unieron al cambio climático El Niño que también incidieron en los embalses y represa del Guri que generó una “complicada de manejar”.

«Para el año 2010 el parque termoeléctrico presentó serios problemas de disponibilidad y para el año 2019 trató de defenderse de la producción hidroeléctrica de los sistemas Guayana, así como también del transporte de alta tensión de los centros de producción, lo que lo convirtió en inestable porque no hay un balance entre la oferta y demanda de electricidad», detalló.

Precario equilibrio

El ingeniero comentó que el pronóstico inmediato de la crisis eléctrica de Venezuela es que a mediano y corto plazo habrá un equilibrio precario y que a medida que vaya transcurriendo el tiempo y que las empresas llamen a sus empleados a retomar sus actividades presenciales en las oficinas, así sea de manera parcial, y que las temperaturas comiencen a subir (esto implica el uso de los aires acondicionados), que las industrias inicien también sus operaciones, pues la demanda de energía aumentará y el sistema eléctrico se seguirá deteriorando porque el problema es estructural.

En ese sentido resaltó que no existe un plan integral de mejora porque «los sistemas de sustitución de los equipos están obsoletos», además de que no hay inversión, no hay mantenimiento y también existen problemas para la adquisición de repuestos. «También se le debe dinero seguramente a contratistas anteriores» y asegura que por ello será muy difícil que la oferta de energía pueda incrementarse porque tampoco hay capital humano óptimo para ello.

«Esta situación se va a ir complicando y todas las soluciones pasan por hacer una reversión de la centralización en una sola corporación de todo lo que el monopolio eléctrico y volver a regionalizar las operaciones eléctricas como era antes de Corpoelec», puntualizó.

ND

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