Carlos Ocariz dijo que se alcanzó la unidad perfecta en 17 de los 21 municipios del estado Miranda, lo que significa que Fuerza Vecinal y la Mesa de la Unidad presentarán candidaturas unitarias para todos los cargos en disputa el próximo 21 de noviembre en esas plazas.
Caracas. Un relato breve sobre el conflicto interno de la oposición venezolana para definir la candidatura a la gobernación de Miranda bien podría titularse como el dicho popular: Tanto nadar para morir en la orilla.
La tarde de este jueves, a horas de vencerse el plazo final para modificar las postulaciones para las elecciones regionales y municipales del próximo 21 de noviembre, Carlos Ocariz renunció a su candidatura a la gobernación de Miranda pero no le dio explícitamente su apoyo a David Uzcátegui, ni siquiera lo mencionó ni a él ni a su partido Fuerza Vecinal en los escasos ocho minutos de su declaración a la prensa.
“Ustedes (los mirandinos) me pusieron de primero en las encuestas. Hoy me toca a mí ponerlos a ustedes primero. Por amor a Miranda y a su gente, y por respeto a la opinión pública informo que, en coherencia con mi lucha he decidido dar un paso adelante y poner a la orden de la Unidad mi aspiración para darle a los mirandinos la oportunidad de recuperar el futuro”, dijo Ocariz ante numerosos medios de comunicación que al final de sus palabras no pudieron hacerle preguntas.
Luego de dos meses y medio de protagonizar un intercambio público de llamados a primarias, guerra de encuestas, convocatorias a reuniones, ultimátums, acusaciones de jugar para el oficialismo y también palabras condescendientes, todo indica que Fuerza Vecinal y la Mesa de la Unidad llegaron a un acuerdo para presentar un solo nombre a la gobernación y tener el mayor número de planchas conjuntas en los municipios.
El acuerdo, dijo Ocariz sin dar más detalles “ha permitido consolidar la unidad perfecta en 17 de los 21 municipios de Miranda”, es decir, que a cambio de su renuncia la Unidad logró liderar sus planchas en 10 municipios adicionales a los 7 con los que contaba inicialmente. Incluido el municipio Sucre, donde inicialmente había consenso para apoyar a Andrés Schoelter con candidato a alcalde y luego Fuerza Vecinal postuló a Rosiris Toro para ese mismo cargo.
Como se recordará, cuando se abrió el lapso de postulaciones, la MUD inscribió planchas en los 21 municipios del estado Miranda y Fuerza Vecinal inscribió planchas paralelas en 14 de ellos. Con este acuerdo, la Unidad y FV irán juntas en 17 municipios.
Ocariz llamó al resto de los candidatos opositores del país que se disputan entre si las postulaciones unitarias a seguir su ejemplo y “poner primero a Venezuela”.
Y para que no quedaran dudas de que la omisión del nombre de Uzcátegui y el de Fuerza Vecinal no fue un error involuntario, Ocariz, remató:
“A quienes estaban molestos frente a lo que ocurría, que estaban dudando sobre cómo votar, hoy les quiero pedir que celebremos la unidad votando masivamente por la tarjeta de la Unidad, no solo en Miranda, sino en todo el país. Usted que está desmotivado o que tiene dudas, no permita que le roben la herramienta que tiene para expresarse: el voto. Vote como protesta, vote como castigo, vote con esperanza o vote con rabia pero vote y vote por la Unidad”.
90 minutos y un teleprónter para confirmar un secreto a voces
Aunque la convocatoria de Ocariz para su declaración era a las 4:30 de la tarde, la sede de PJ en Los Palos Grandes empezó a recibir gente desde las 3;00 P.M, con periodistas y militantes de la MUD llenando los alrededores a la espera de la llegada del hasta ese momento candidato a la gobernación de Miranda.
Justo a las 4:30 P,M Ocariz llegó al sitio en una camioneta en compañía de Juan Carlos Caldera, dirigente de PJ, de ahí el ahora excandidato saludó a Roberto Patiño, Andrés Schloeter, y varios aspirantes a concejales. Acto seguido ingresó al edificio de la tolda amarilla. No se le volvería a ver hasta 90 minutos después.
Mientras esperaban por su pronunciamiento, las personas presentes, inclusive los periodistas sabían lo que tiempo más tarde se concretaría: Carlos Ocariz pondría fin a su candidatura por el estado Miranda, ese era un secreto a voces y la única duda verdadera era qué había obtenido a cambio la MUD para que él se hiciera a un lado.
El sol se ocultaba en Los Palos Grandes y algunas personas comentaban que el cambio quizás era por concejales, otros decían que incluía a Antonio Ecarri y Tomás Guanipa. Algunos, especialmente los que llevaban camisas de la MUD, inclusive asomaron la posibilidad de que Ocariz no se iba a retirar. El anuncio final nunca aclaró si alguna de esas teorías era cierta. El motivo real para la declinación de la candidatura nunca se reveló.
Finalmente a las 6 p.m.se escucharon fuertes aplausos en la cercanía del podio donde los periodistas habían colocado todos los micrófonos de sus medios. El político salió para finalmente dar su anuncio.
Contrario a otros eventos de Ocariz, y de la propia política venezolana, no se trató de una declaración espontánea o inclusive memorizada, todo lo que salió de la boca del exalcalde de Sucre era un discurso preparado que frente a él se le mostraba en un teleprónter.
El discurso de Ocariz, en el estacionamiento de la sede de PJ, no se interrumpió por las cornetas de los carros que en la calle trataban de circular a pesar de la presencia de gente en la vía vehicular. El único momento en el que se interrumpió fue cuando él no pudo aguantar las lágrimas y tuvo que recurrir a un vaso de agua para retomar el hilo de sus palabras. Él no fue el único que lloró, algunos militantes de la MUD, los que llevaban la franela azul celeste también lloraron. “Qué injusto”, dijo una señora con gorra mientras encendía un cigarrillo.
Al culminar su discurso, Ocariz abrazó nuevamente a los candidatos y dirigentes de PJ que lo acompañaron en el acto y se retiró nuevamente al interior de la sede de su partido. No tomó preguntas de la prensa que poco a poco y ahora con la noche encima se fueron retirando del sitio. Cinco minutos después de su discurso, frente a la sede solo quedaban algunos militantes de la MUD y los carteles de campaña de Ocariz que tenían poco color y, tras la declaración, ningún sentido.
CrónicaUno
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