El caso se produjo en la ciudad brasileña de Manaos y llegó a la prensa luego de que el pasado 6 de abril fuera recogido en un artículo en la revista médica Journal of Surgery Case Reports.
Según publica el medio local Metrópoles, el paciente era un hombre de 54 años, quien se presentó en un sanatorio local luego de dos días de intentos frustrados de extraer el objeto por sus propios medios.
El reporte detalla que el hombre dijo presentar dolores abdominales y dificultades para defecar. Se le hizo entonces una radiografía en la que apareció la causa de los síntomas: una pesa de casi veinte centímetros de longitud, y cuyo peso era de dos kilos.
Los médicos detallaron que el objeto había llegado al interior del cuerpo del paciente mediante prácticas de “naturaleza sexual” y que el sujeto se mostró “poco colaborativo” durante el examen físico.
Los profesionales sedaron al paciente e intentaron la extracción con pinzas quirúrgicas, pero no lograron su objetivo. Así las cosas, uno de los galenos tuvo que remangarse -literalmente- y proceder a la “remoción manual” del pesado cuerpo extraño.
Tras el procedimiento, el hombre permaneció tres días en observación y luego recibió el alta.
La doctora Ana Elisa de Landa Moraes Teixeira Grossi y su equipo fueron los encargados de la inusual maniobra descrita en el artículo, en el que no se detalla la fecha en que se llevó a cabo.
En el informe, los profesionales recuerdan la importancia de hacer un “abordaje cuidadoso” en tales situaciones, en las que el paciente -por vergüenza o pudor- puede esconder información relevante para el tratamiento
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