Tal situación fue denunciada por las madres de las víctimas el 18 de febrero de 2020 ante una delegación de la Policía del estado Táchira, ubicada en San Cristóbal.
De acuerdo con la investigación, durante el citado día las progenitoras acudieron para denunciar a Monsalve Guerrero, pastor y líder juvenil de una iglesia ubicada en la capital tachirense por presuntos abusos en contra de los jóvenes.
Según los testimonios de las víctimas, Monsalve Guerrero los ponía en sesiones de masturbación grupal y los ungía con un aceite para posteriormente abusar sexualmente de ellos.
Dicho aceite resultó incautado durante un allanamiento a la sede de la iglesia. Tras las pruebas realizadas a la sustancia, se determinó que se trataba de escopolamina; un psicotrópìco que ocasiona aplanamiento cerebral y lapsos de amnesia temporal en los que ocurrían los abusos.
Además, experticias forenses determinaron que ocho de las 10 víctimas sufrieron penetración anal por parte de Monsalve Guerrero.
Producto de tales hechos, el pastor resultó aprehendido en San Cristóbal el mismo día de la denuncia y fue puesto a disposición del Ministerio Público para iniciar el proceso penal correspondiente.
En el juicio, la Fiscalía 16ª de Táchira ratificó la acusación contra el hombre como coautor de abuso sexual a niños con penetración continuado en perjuicio de tres niños de 10, 11 y 12 años de edad.
A su vez, se ratificó la acusación por abuso sexual a adolescentes con penetración continuado en perjuicio de cinco adolescentes, uno de 13 años, dos de 14 años, uno de 15 años y otro de 16 años.
De igual modo, se ratificó la acusación por abuso sexual a adolescentes sin penetración continuado en detrimento de dos adolescentes de 13 y 14 años de edad.
Una vez evacuados los elementos de pruebas por parte de la representación fiscal, el Tribunal 5º de Juicio dictó la mencionada condena en contra de Monsalve Guerrero y ordenó su reclusión en el Centro Penitenciario de Occidente; ubicado en Santa Ana.
Nota de prensa
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