Alemania entró en 2018 con fiestas multitudinarias y mucha pirotecnia tanto en Berlín como en Colonia, con apenas incidentes aislados y algunas denuncias de acoso sexual, mientras que en Leipzig (este) se produjeron encontronazos entre la policía y grupos de jóvenes.
La mayor celebración del país, ante la emblemática Puerta de Brandeburgo de Berlín, concentró a cientos de miles de personas que asistieron al tradicional espectáculo musical y de fuegos artificiales.
La zona de "seguridad" establecida para atender a mujeres que pudieran sentirse acosadas o sufrir abusos apenas fue visitada, informaron hoy fuentes de la organización, mientras que en el resto de la capital alemana la policía practicó diez detenciones de sospechosos de agresiones sexuales.
En Colonia, donde dos años atrás se denunciaron ataques sexuales masivos en las inmediaciones de la catedral, la fiesta discurrió sin incidentes destacables y algunas detenciones.
En todas las grandes ciudades alemanes se habían establecido dispositivos reforzados de seguridad, en medio de la alarma general antiterrorista que rige en todo el país y también en prevención de ataques sexuales.
Al margen de las fiestas organizadas en los grandes espacios públicos preparados para recibir a los visitantes, Berlín fue exponente un año más de la pasión por la pirotecnia, con lanzamiento de cohetes y bengalas de forma generalizada por toda la ciudad.
En Leipzig, se registraron disturbios y lanzamiento de petardos y otros objetos contra las fuerzas policiales, que hicieron uso de los cañones de agua a presión para dispersar a los alborotadores.
Sobre la medianoche se habían concentrado un millar de jóvenes en un distrito de la ciudad sajona, hasta que un grupo de cerca de un centenar de personas empezó a lanzar botellas y material pirotécnico, al tiempo de prendían fuego en varios contenedores de basura.
EFE / LR
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