Las piernas cansadas son un malestar muy frecuente, que afecta en especial a las mujeres, a las personas con sobrepeso, sedentarias y que, por el motivo que sea, pasan muchas horas de pie.
Lo cierto es que, al concluir el día, uno se siente molesto, con las piernas pesa-das y cansadas. Veamos en esta ocasión algunos consejos para aliviarlas.
El fenómeno de las piernas cansadas puede tener que ver también con un factor hereditario, con la adopción de malas posturas, una alimentación inadecuada e, incluso, con el uso de un calzado inapropiado. Entre los principales síntomas se cuentan, además de dolor, hinchazón, pesadez y calambres musculares.
Este problema, también llamado síndrome de las piernas cansadas, es, como se dijo, más frecuente en mujeres, personas obesas y con hábitos sedentarios, así como en pacientes con varices en los miembros inferiores y con trastornos cardiovaculares, sobre todo, hipertensión y diabetes.
Otros factores, como el estar embarazada o tomar ciertos medicamentos, tam-bién pueden influir en la aparición de las piernas cansadas. Aunque, como bien destacan los especialistas, el estar de pie mucho tiempo -por cuestiones laborales, las más de las veces- y el sobrepeso son los desencadenantes más importantes.
Si bien padecer este problema no implica un riesgo para la salud en sí mismo, sí puede perjudicar la calidad de vida de la persona, al tiempo que predispone a la aparición de varices y de lesiones cutáneas e, incluso, úlceras. Por todo ello, se recomienda:
• Mantener el peso corporal adecuado, según talla y contextura física.
• Seguir una dieta equilibrada y sana. Evitar, en lo máximo posible, la sal y los alimentos salados, que llevan a una mayor retención de líquidos.
• Hacer ejercicio aeróbico de manera regular. De todas las actividades, se recomienda caminar, practicar natación y salir en bicicleta. Así también, otros ejer-cicios sin resistencia como el pilates y el yoga son recomendados.
• Procurar no permanecer de pie por tiempos prolongados y, menos aún, usando tacones altos. No obstante, tampoco se recomienda un calzado totalmente plano. Lo mejor es usar zapatos con un poco de tacón.
• No usar ropa ceñida en la cintura y optar por medias elásticas de comprensión progresiva.
• Al estar sentado, poner las piernas en alto.
• Mantener bajo control la presión arterial.
• Acostarse y elevar las piernas a fin de favorecer la circulación sanguínea.
• Al menos una vez al día, especialmente por la noche, darse un baño de agua fría en las piernas.
• Hacer masajes circulares y ascendentes en los miembros inferiores con un aceite o crema corporal.
• Si el dolor va acompañado de retención de líquidos, se podrá considerar tomar un diurético, aunque siempre previa consulta médica.
Fuente: Nosotras
RA
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