El miedo o la fobia al dentista es una de las dolencias más habituales. Las personas que lo sufren evitan ir al odontólogo, faltando a las revisiones necesarias para su higiene bucal. Esto desencadena en un problema mucho mayor que pone en riesgo su salud bucal con complicaciones que se habrían podido evitar.
El origen de este miedo puede venir del temor al dolor, a las agujas, a los sonidos de los aparatos usados durante un tratamiento e incluso a los olores de la clínica.
Los miedos también pueden derivar de una situación dolorosa y traumática vivida anteriormente normalmente en nuestra infancia o nuestro entorno social, lo que nos genera una imagen errónea de las visitas al dentista.
A continuación, compartimos una serie de consejos para superar el miedo al dentista:
• El primer paso es reconocer e identificar la razón del miedo. Si somos conscientes de cuál es la situación que nos crea el miedo, podremos llegar a controlarla.
• Encontrar un dentista que sea consciente del miedo que puedes experimentar cuando vas a una consulta, que esté dispuesto a ayudarte y explicar al detalle el tratamiento. Si estamos informados tendremos más confianza y la consulta se desarrollará con mayor facilidad.
• Visitar la clínica antes. De esta manera, podremos conocer de primera mano el trato que vamos a recibir por el personal que trabaja allí.
• Pedir la cita a primera hora de la mañana. Así será lo primero que hagamos en el día y será menos el tiempo del que dispongamos para arrepentirnos de asistir. Las primeras citas suelen ser rutinarias por lo cual puede tratarse simplemente de un chequeo que no será nada complicado.
• Recurre a la música. Una opción es preguntar si la clínica permite el uso de música mientras te realizan el tratamiento. Esto puede ayudar a relajarnos.
• Llevar a un amigo o familiar para que nos haga compañía y sea más llevadera la situación.
• Pedir el uso de tratamientos sin dolor. La tecnología ha mejorado mucho y existen métodos indoloros.
Si los miedos persisten, hoy en día se cuentan con modernos sistemas de sedación como es la sedación consciente. Esta técnica consiste en llevar al paciente a un estado de consciencia parcial que le relaja y tranquiliza pero durante el cual mantiene intacto a sus reflejos por lo que puede seguir estableciendo contacto verbal con el doctor.
Gracias a este tipo de sedación no recordaremos el tratamiento al que nos hemos expuesto y lograremos acabar con el miedo. Desde luego, es un método eficaz y seguro que permitirá hacernos tratamientos de todo tipo sin pasar un mal rato. La sedación puede terminar con la fobia que provoca ir al dentista.
A la hora de someter a este proceso, debemos contar siempre con especialistas en anestesia que estén equipados y preparados para realizar los procedimientos que sean necesarios de una manera segura. Ellos sabrán aplicar la dosis adecuada correspondiente al tratamiento.
Los efectos de la sedación pueden durar entre 2 y 4 horas por lo que deberás acudir con alguien te que acompañe después de la cita. El principal beneficio de la sedación consciente es que puede ser la solución al miedo que provoca visitar al dentista.
Fuente: Nosotras
RA
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