Las lluvias que en los últimos días han tenido consecuencias catastróficas en el norte de Chile, con 6 muertos, cientos de damnificados, más de 2.000 viviendas dañadas, localidades aisladas y caminos cortados, han disminuido en las últimas horas,
según los últimos reportes meteorológicos.
Sobre esa base, la Dirección Meteorológica de Chile anunció la cancelación de una alerta por precipitaciones moderadas a fuertes en la cordillera y precordillera de Los Andes en las regiones afectadas, lo mismo que un aviso de tormentas eléctricas en la misma zona.
En tato, la Oficina Nacional de Emergencia entregó este domingo un nuevo balance de la situación, que da cuenta de 6 fallecidos, 642 damnificados, de los que 570 están albergados, 173 viviendas destruidas, otras 127 con daño mayor y 2.291 más con daños menores.
El presidente Sebastián Piñera, que desde el viernes pasado permanece en el norte de Chile, para evaluar en terreno los daños y disponer medidas para superar la situación, descarto la declaración de zona de catástrofe en las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá por considerarlo innecesario.
Puntualizó que el Gobierno cuenta con los recursos necesarios para financiar la reparación de viviendas y caminos dañados, la reposición de los servicios de agua potable o electricidad en varias localidades, así como para la reposición de sistemas de regadío en sectores de cultivo.
El mandatario, que este domingo llegó hasta la localidad de Huara, en la región de Tarapacá, que permanece aislada por los cortes de rutas, adelantó que el costo de las obras será de unos 60.000 millones de pesos (unos 91,75 millones de dólares).
La situación de catástrofe, que ha llevado a entregar a los militares la seguridad de la zona y a agilizar la entrega de recursos para reconstrucción, está vigente sólo en la provincia de El Loa y la comuna de Antofagasta, en la región del mismo nombre.
EFE/ RA
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