La agencia de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) reseña en un artículo publicado en su página web como un “sinnúmero” de venezolanos atraviesan el Páramo de Berlín, en Colombia, el punto más alto y frío de un viaje de cientos de kilómetros emprendido en búsqueda de mayor seguridad.
La crisis económica, política y social que afecta a Venezuela, reflejada en una alta hiperinflación, escasez de alimentos y medicamentos, además de recurrentes fallas en el suministro de los servicio públicos, ha provocado la huida de más de 4 millones de venezolanos que se arriesgan a emprender el viaje por tierra a través del llamado “Nudo de Santurbán”, una cadena montañosa en el extremo oriental de los Andes.
La agenciaindica que de acuerdo a los datos aportados por los albergues a lo largo de la ruta, se presume que entre 100 y 250 personas salen a diario a destinos que incluyen las ciudades colombianas de Cali y Medellín; así como los vecinos países de Ecuador, Perú o Chile.
Una Larga Travesía
Entre esos grupos migrantes se encuentran hombres, mujeres y niños, que caminan en una sola fila por la por la estrecha y sinuosa carretera que recorre la montaña. Tratando de mantenerse fuera del camino de camiones y autobuses que pasan apresurados por las curvas ciegas.
En su mayoría los “caminantes”, llevan pantalones cortos, camisetas y tenis viejos o chancletas perforadas y de suelas delgadas. Algunos “cargan mochilas, otros arrastran maletas difíciles de manejar o acunan a bebés lactantes o niños pequeños exhaustos contra su pecho”, indica ACNUR.
Mientras más ascienden en la vía, mayor es el frío y mayores los desafíos a los que se enfrentan y terminan vistiendo todo lo que tienen, desde sabanas, toallas o calcetines, para protegerse del viento y las bajas temperaturas que pueden caer hasta congelarse.
Muchos de estos migrantes comen y duermen en los comedores sociales y albergues instalados a lo largo de la carreta, pero algunos deben dormir a un costado del camino, a la intemperie, cuando no queda espacio en esos lugares y terminan siendo víctimas de las duras condiciones del viaje, plagado de peligros, o enfermos tras afrentarse al agotador camino y las bajas temperaturas con un sistema inmune ya comprometido por la escasez de alimentos y medicamentos en Venezuela.
Bajas temperaturas
Montañas
Cansancio extremo
Kilómetros a pie
Eso es lo que enfrentan refugiados y migrantes venezolanos que atraviesan en Colombia el Páramo de Berlín, una de las montañas más altas y frías del país. https://t.co/eXxDNHpeFV pic.twitter.com/lVZCXKUyWJ— Acnur/Unhcr Américas (@ACNURamericas) September 6, 2019
RA
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