Barba y pelo blanco, caucásico, muy anciano. Hasta ahora, esos patrones encajaban perfectamente con la fisionomía plasmada en cada representación. Pero una nueva teoría se desprende de un estudio que se realizó sobre 511 cristianos estadounidenses.
Un equipo de psicólogos de la Universidad de Carolina del Norte utilizó una nueva técnica para reconstruir la cara de Dios a partir de la concepción actual que tienen los fieles encuestados.
El resultado final fue sorpresivo. Los creyentes configuraron un rostro mucho más joven, femenino y menos caucásico que el que sugiere habitualmente la cultura popular. Otro dato relevante es que las personas que participaron del estudio proyectaron en él características personales, desde el aspecto físico hasta ideales políticos.
Los investigadores pudieron armar una “nueva cara de Dios” y la dieron a conocer tras haber combinado cientos de posibilidades según el imaginario de los hombres y mujeres que intervinieron en el experimento. Lo que si se mantuvo es la creencia de un Dios representado en una figura masculina.
Fuente: tuhistory / MF
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