Un reportero gráfico de un diario regional en Ciudad Guayana fue agredido presuntamente por funcionarios del Cicpc y de la policía del estado Bolívar.
Hasta ahora no hay una versión oficial, más allá de las redes sociales de los mismos periodistas de los medios.
Que si el reportero gráfico hizo las fotos del momento del “enfrentamiento” dentro del vehículo, que si los funcionarios “sacaron” cuatro bolsas de dinero,
Esas habrían sido las razones no oficiales de los golpes dados, presuntamente por cinco funcionarios, imagínense como habrá quedado ese periodista, y de la destrucción de su cámara.
Nada en este caso tiene lógica. Ni el presunto “enfrentamiento” que ocurrió porque por las redes sociales la gente decía que había un tiroteo en la puerta de uno de los bancos ni los golpes dados al reportero gráfico.
Sobre todo porque ¿Cómo llegó tan rápido el periodista al procedimiento? ¿O estaba en el centro comercial haciendo otra cosa particular cuando comenzó todo?
¿Y por qué le caen a golpes si los periodistas tratan con guante de seda a los funcionarios del Cicpc y de la misma policía del estado Bolívar?
A este cúmulo extraño de eventos, ahora hay que sumar que no fue uno el fallecido, fueron dos, el otro en el terreno de enfrente hacia la autopista Norte Sur 1, donde permanentemente son liberados cadáveres porque es un sitio oscuro, lleno de basura, de maleza y de zamuros. (Pero ni la alcaldía ni la gobernación se han percatado).
También, que según la RRPP del Cicpc, esta peligrosa banda tenía amenazada a la gobernadora del Delta Amacuro, la inefable Lizeta Hernández.
En fin, este caso, creo amerita la presencia de Douglas Rico, jefe nacional del Cicpc, para que cuenten alguna versión con cierta lógica aunque no sea verdadera.
Y por supuesto alguien tiene que pagarle la cámara a ese muchacho que simplemente hacía su trabajo.
Además, recuerden, como diría Pedro Maldonado, flamante presidente de la CVG: “La libertad de expresión es un cliché de la burguesía.”
El detalle es que ya no gobierna una burguesía, eso se acabó, ahora gobierna el socialismo del Siglo 21 y para éste la Libertad de Expresión es un derecho humano fundamental e inalienable.
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