La multiplicación de estudios hechos por pentecostales en los seminarios y universidades es notable. El análisis de material publicado en los últimos años demuestra que la preocupación de sus seguidores no se limita a las "cosas del cielo".
Eruditos de teología pentecostal como Amos Yong y Craig Keener muestran cómo existe un gran interés académico sobre cómo el pentecostalismo creció tan rápido y cómo eso impactó a la sociedad. Las ciencias sociales ya no ignoran la influencia de 600 millones de cristianos llenos del Espíritu Santo sobre el mundo.
En el libro "Pentecostalismo y desarrollo: Iglesias, ONG y el cambio social en África" [pentecostalismo y Desarrollo: Las iglesias, las ONG y el cambio social en África], el escritor Dena Freeman de la Escuela de Economía de Londres, argumentó que el pentecostalismo posiblemente hizo más por disminución de la pobreza y el desarrollo comunitario que todas las organizaciones internacionales de ayuda reunidas.
De acuerdo con Freeman, "Las iglesias pentecostales seguidamente actuaron con más eficiencia que ONG humanitarias ... Son excepcionalmente eficaces en estimular la transformación personal y el empoderamiento, ofreciendo legitimidad moral para un conjunto de cambios de comportamiento [...] reconstruyendo radicalmente familias y comunidades para apoyar nuevos valores y comportamientos. Al final, sin esos cambios, es difícil que ocurran cambios económicos y el desarrollo comunitario ".
Otros estudios
Este análisis sigue lo que concluyeron los sociólogos Donald Miller y Tetsunao Yamamori hace algunos años. Ellos crearon un proyecto de investigación para investigar iglesias en países en desarrollo que ofrecían programas sociales para personas vulnerables. Cuando ellos hicieron un análisis más detallado, descubrieron que el 80% de esas iglesias eran pentecostales o renovadas.
Simplemente cambiar el foco de la investigación y sus resultados fueron publicados en el libro "Global pentecostalismo: La nueva cara de Cristiano de Gestión Social" [Global pentecostalismo: La nueva cara de compromiso social cristiano]. Los autores pasaron a usar el término "Pentecostal Progresivo" para designar a un cristiano pentecostal que está involucrado socialmente con su comunidad local para ayudar a los demás. Note que el término no está asociado con el pensamiento teológico "progresista", que sigue la línea liberal.
Como señala Miller, el "pentecostalismo progresista" se destaca más en los países en desarrollo que en Occidente. Tanta énfasis en la teología de la prosperidad acaba relegando el fenómeno del pentecostalismo progresista a un segundo plano.
El estudioso también argumenta que de varias maneras, "el pentecostalismo da dignidad a las mujeres ya los más pobres, enseñando que ellos son hechos a imagen de Dios y por lo tanto tienen derechos garantizados".
El profesor Miller enfatiza además que la idea de que los pentecostales están más enfocados en la salvación del alma que en la transformación social es una "falsa dicotomía", ya que es común verlos ayudando a las personas a deshacerse de problemas como vicio en drogas y denunciando la corrupción política.
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