Durante el pasado mes de agosto, trabajadores de aerolíneas como Ryanair o Iberia estuvieron varios días de huelga por el fracaso de las negociaciones entre sindicatos y aerolíneas por las condiciones de los empleados de éstas. Pero la solución parece todavía lejos de alcanzarse, y es que todo parece indicar que se avecina un otoño caliente de huelgas.
El sector de las aerolíneas necesitará en los próximos años a 800.000 profesionales en todo el mundo debido al crecimiento del tráfico aéreo y buena parte de este crecimiento tendrá lugar en Europa. Las contrataciones crecerán a buen ritmo en la próxima década y en centros como ESNA Europa son cada vez más los alumnos que se inscriben en sus cursos de tripulantes de cabina. Sin duda, estamos ante una gran oportunidad laboral, pero, actualmente, los trabajadores sienten una gran preocupación por mejorar sus condiciones laborales.
La huelga de agosto causó la anulación de decenas de vuelos
La huelga del pasado mes de agosto causó la anulación de multitud de vuelos programados por Ryanair e Iberia en plena temporada alta de vacaciones. Si bien el seguimiento fue dispar entre los aeropuertos de Madrid-Barajas y el aeropuerto de El Prat de Barcelona, lo cierto es que miles de pasajeros se vieron afectados.
El sindicato UGT cifró el seguimiento de la huelga de agosto en un 75% para el aeropuerto madrileño y de un 70% en Barcelona, aunque las aerolíneas rebajaron estas cifras de forma notable. A día de hoy la situación es igual de tensa, y es que los sindicatos y los trabajadores consideran que sus reivindicaciones no han sido atendidas por las aerolíneas y que se verán obligados a anunciar nuevos parones en el sector.
Solo en las huelgas del personal de Vueling se cancelaron en un fin de semana más de 92 vuelos en el aeropuerto de El Prat, una cifra que pudo ser superior debido a las duras negociaciones y que pueden superarse en un futuro cercano si aerolíneas y empleados no llegan a un acuerdo beneficioso para ambas partes.
¿Cuáles son las reivindicaciones de los empleados?
Los empleados de las aerolíneas demandan a las empresas del sector diferentes reivindicaciones tradicionales del sector. Por un lado los empleados quieren que se reduzca la alta eventualidad de sus contratos, ya que en su gran mayoría son contratos temporales que causan una gran incertidumbre laboral, algo incompatible con una cierta estabilidad a nivel personal.
Pero además denuncian que las condiciones laborales son muy precarias, ya que les resulta imposible conciliar la vida familiar con el trabajo debido a que cuentan con horarios muy cambiantes. Es por ello que muchas empleadas de aerolíneas ven incompatible este tipo de empleos con la maternidad, algo que quieren cambiar de una vez por todas.
Nuevos paros convocados este otoño
Ante una situación que se encuentra enquistada y sin que se perciba una solución próxima al conflicto, el sector y los sindicatos como UGT están diseñando nuevas jornadas de huelga durante todo el otoño. Por ejemplo, los tripulantes de cabina de Ryanair tienen convocadas hasta 10 jornadas de huelga durante todo el mes de septiembre, concretamente en los días 1, 2, 6, 8, 13, 15, 20, 22, 27 y 29.
Una huelga que además coincide con los paros convocados por los pilotos de la compañía en los días 20, 22, 27 y 29 de septiembre. Y esto solo en Ryanair, y es que en Iberia la situación no es mucho más esperanzadora. El sindicato UGT ha convocado a los trabajadores de tierra de Iberia a nuevas huelgas durante este otoño, con un total de ocho días de paro programados.
Está previsto que los empleados de tierra de la aerolínea hagan huelga todos los lunes entre el 30 de septiembre y el 18 de noviembre, así que la situación para la aerolínea este otoño se presenta complicada. El objetivo no es otro que protestar contra la decisión unilateral de la compañía de suspender las negociaciones del nuevo convenio colectivo que está previsto que entrara en vigor el próximo año.
Como se puede apreciar, la situación en el sector de las aerolíneas se encuentra muy agitada. Y es que mientras que el sector no para de crecer, los empleados demandan mejores condiciones laborales para poder disfrutar de mayor estabilidad y de una mejor conciliación con la vida familiar. Una situación que pondrá a prueba el sector este otoño con los paros previstos.
NP/MA
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