De acuerdo con la OPS, el 63% de los casos de COVID-19 en población indígena de Venezuela estaba concentrado en el estado Bolívar.
En cuanto a los decesos, también aparece el estado Bolívar como la entidad con mayor número de muertos con 96 defunciones. Luego, sigue el estado Zulia con 43. Amazonas con 12 defunciones y Delta Amacuro una defunción.
Según el reporte del Ministro de Salud, Carlos Alvarado, al 23 de junio existía 126 casos de COVID-19 en el pueblo pemón repartidos en cuatro comunidades de la Gran Sabana: San Antonio del Morichal, Wara, Waramasen y Manak Kru.
Ambos datos ofrecidos por ambos organismo distan mucho de la realidad local de cada uno de los pueblos indígenas. A ello se suma la falta de una estadística fiable parte del Estado y los abordajes concretos con una data real.
En e contexto regional sudamericano, la actualización del informe reseña que «desde enero de 2020 hasta el 20 de agosto de 2021, se notificaron 604.264 casos confirmados acumulados de COVID-19, incluidas 15,027 defunciones, en pueblos o comunidades indígenas de 18 países en las Américas».
Los pueblos indígenas están ubicados en zonas apartadas y de difícil acceso. Este factor también se suma a la dificultad de conocer una realidad más certera.
Los pueblos indígenas han denunciado de forma reiterativa el abandono en que viven los en medio de severas carencias como la falta de asistencia médica y alimentación.
Cuando es necesario un traslado de paciente hacia algún centro sanitario urbano y con mayor capacidad de atención, la falta de ambulancia, gasolina o gasoil han impedido estos traslados.
Fe y Alegria
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