El próximo año escolar 2023-2024 en Upata, en el estado Bolívar, comenzará con instalaciones educativas en mal estado. Tanto el personal docente como los padres y representantes están preocupados por las deficiencias en materia de infraestructura. La Federación Venezolana de Maestros ha denunciado continuamente las condiciones precarias de los planteles educativos, considerados no aptos para recibir a los estudiantes.
Según la FVM sede Piar, las instituciones educativas no están en condiciones óptimas para recibir a los estudiantes y docentes, y existe el riesgo de que las paredes y los techos de algunos planteles colapsen. Aunque se ha presentado la denuncia a las autoridades correspondientes, no se ha obtenido ninguna respuesta. Se hace un llamado al Ejecutivo nacional, ya que se ha notificado al ministerio de educación y a la zona educativa dependiente de la gobernación, pero no se ha recibido ninguna acción por parte de ellos.
Un ejemplo de la falta de reparación es la escuela ubicada en el sector Santa Rosa, donde se procedió a retirar el techo de asfalto con la intención de reemplazarlo, pero no se ha hecho nada al respecto. El machihembrado se ha podrido y los estudiantes seguirán tomando clases en sedes de iglesias cristianas y hogares de representantes.
El liceo J.M Siso Martínez también presenta problemas, ya que el techo de la parte alta de la institución se está desplomando. Aunque las autoridades educativas clausuraron la planta alta, esta puede colapsar en cualquier momento, poniendo en peligro la vida de docentes y alumnos.
Además, hay instituciones educativas que han sido tomadas por la delincuencia y no han sido recuperadas, como el caso del liceo Simón Rodríguez en el caserío Santa María. Esto ha causado deserción escolar y hacinamiento. Asimismo, las instalaciones de la Misión Sucre-UBV ubicada en La Romana están completamente desmanteladas, generando un ambiente similar a una escena de película de terror, según la Federación Venezolana de Maestros.
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