Ciudad Guayana ahora es sinónimo de desechos sólidos en la vía pública; de huecos cada kilómetro y de botes de aguas, blancas o servidas. Ese es el pan nuestro de cada día.
Los vecinos al percatarse que quienes nos gobiernan no quieren a la ciudad, aplican la misma.
Por eso es frecuente observar “plomeros espontáneos” que rompen la vía pública para “pegarse” de la tubería principal.
También es normal ver cómo los comerciantes y los ciudadanos dejan las bolsas de basura en la vía pública, claro sino la recogen en las urbanizaciones y sectores populares, la gente busca soluciones y la mejor que tiene es dejar pequeños basureros en todos lados.
Los trabajadores del aseo municipal la recogen en la mañana cada dos días pero dos días después las montañas de desechos sólidos están igualitas.
Pero aunque hay una ordenanza que impone multas, nuestros concejales cuya labor hace acordar la serie de TV, los Tres Chiflados, pero en el caso de ellos son más, no hacen nada.
En fin, la nota esta sólo va a servir para que yo me gane unos nuevos enemigos. Ustedes saben siempre es mejor “matar al mensajero” que resolver el problema.
No olvidar los huecos
Si mi país fuera serio y la justicia también, cada vez que se le rompe una punta de eje a un vehículo, se acude ante un tribunal y se demanda a la municipalidad que debe entonces reparar las puntas de eje rotas y las vías públicas, pero ni mi país es serio ni existe justicia.
Aunque les juro que eso sí se puede, es cuestión de respetar al ciudadano y del ciudadano cumplir con sus deberes. CC/Fotos César Pérez
De Ciudad Guayana
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