Mónica Chaves, de 38 años de edad, se desempeñaba como presbítera de la iglesia de Cabana Church en San José do Rio Preto, en Sao Paulo, fue encontrada muerta con una cuerda atada alrededor de su cuello, dentro del baño.
Mónica era muy activa, extrovertida, dinámica, talentosa, amaba enseñar la Palabra de Dios y vivía para ayudar a la gente, por lo que su muerte ha sorprendido a toda la iglesia.
Los fieles aseguran que la pastora estuve presente en la iglesia horas antes del lamentable hecho. Nadie notó nada extraño en ella, ningún comportamiento o palabra que podría indicar la intención de acabar con su vida ese día. Después del culto se despidió de todos como de costumbre y se fue a su casa.
Se pudo conocer que ella se enfrentaba a un cuadro severo de depresión y, según informaciones, aunque estaba en tratamiento médico no resistió el sufrimiento y decidió quitarse la vida.
La muerte de Mónica ha generado una gran conmoción en las redes sociales de la ciudad donde vivió y trabajó en la obra de Dios.
El obispo Alex Puentes, de la misma iglesia de Mónica, lamento el incidente. "Es realmente una triste noticia, es algo que no podemos explicar. Fue triste verla luchando contra la depresión, pero fue hermoso ver cómo la iglesia y la familia verdaderamente la amaron estando al lado de ella, y fue un choque hoy ver que aquello sólo vino para matarla e hizo creer que esa sería la salida. Que el Espíritu Santo consuele de forma especial y en el nombre de Jesús que todos nosotros podamos vigilar".
De Noticias Cristianas del Acontecer Cristiano
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