El Ejército de Birmania confirmó la muerte de seis rohinyás, que según los militares colaboraban con los rebeldes del Ejército Arakán (AA), durante un ataque aéreo contra un bastión de insurgentes en el oeste del país.
Un helicóptero de las Fuerzas Armadas abrió fuego este miércoles contra un grupo de guerrilleros en la ciudad de Buthidaung, en un asalto en el que también fueron heridas otras 9 personas, recoge el diario Myawady, propiedad del Ejército.
Desde principios de años, los combates entre el Tatmadaw (nombre oficial del Ejército birmano) y los insurgentes del AA son una constantes en el occidental estado de Rakéin, tradicionalmente conocido como Arakan, escenario en 2017 de la brutal limpieza étnica perpetrada contra la minoría musulmana rohinyá.
Naciones Unidas, que acusa a las Fuerzas Armadas de "genocidio intencional" por el operativo contra los rohinyás, indicó esta semana su "profunda preocupación" por los recientes enfrentamientos.
Y condenó lo que "parecen ser ataques indiscriminados y dirigidos contra civiles por parte de los militares" en el contexto del conflicto, que ha obligado a más de 20.000 personas a abandonar sus hogares.
Según denuncia la ONU conforme a sus fuentes sobre el terreno, el citado ataque aéreo se produjo contra un campamento de desplazados rohinyás y donde perecieron siete civiles y otros 18 resultaron heridos.
"Los militares birmanos están cometiendo otra vez ataques contra sus propios civiles, ataques que pueden constituir crímenes de guerra", apuntó la ONU el viernes en un comunicado desde Ginebra.
El organismo internacional llama a ambos contendientes a poner fin de "inmediato" a las hostilidades para "asegurar" la protección de los civiles e insta a las autoridades a permitir el acceso "urgente" para la distribución de ayuda humanitaria. EFE
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