Tomar té blanco es una excelente elección para nuestro desayuno. Es delicado y de sabor exquisito. A pesar de tener menos cafeína que el té verde, el té blanco es un gran activador que nos aporta energía y además, nos ayuda a acelerar el metabolismo.
El nivel de antioxidantes en el té blanco es mayor que el del verde o el té negro. Así que sin pensarlo a partir de mañana mismo, te animes a incluir una taza en tu desayuno. De ese modo, tu hígado y tu sistema inmunitario agradecerán el poderoso aporte de los siguientes elementos:
Mejora tu piel y previene arrugas
Una gran esperanza en la lucha contra el cáncer.
Regula el sistema inmune y sobre todo es antibacterial.
Lo más importante ayuda a bajar de peso, protegiendo también la función cardíaca.
¿Cómo preparar el té blanco?
El té blanco debe ser preparado en una proporción de 2 cucharadas rasas de té por cada taza de agua. Durante la preparación se debe calentar el agua hasta que se inicie la formación de pequeñas burbujas, apagando el fuego antes de que el agua comience a hervir; seguidamente, se debe adicionar el té y tapar el envase, dejando que la mezcla repose por 5 minutos. ¡Servimos y listo!
No olvides consultar la sección especial de Salud
YS/Informe21
from Informe21.com - Salud y bienestar http://bit.ly/2UqHVQA
Comentarios: