“Nadie se anima a denunciar por miedo a ser despedido, esperamos que venga un cambio"
Trabajadores de Transbolívar sede Ciudad Bolívar denuncian que la gerencia administrativa de la estatal utiliza los pocos autobuses operativos para contrataciones privadas, en lugar de ofrecer el servicio de transporte público a la población general y al personal de salud del hospital Ruiz y Páez.
"La comunidad de Ciudad Piar, por ejemplo, tiene tiempo sin transporte. Ahora las personas pasan horas en los cruces esperando que pase algún conocido para que les dé la cola o simplemente caminan por horas en la carretera bajo el sol, y nadie hace nada.
“Hay días en los cuales ni al sector salud se le presta el servicio bien sea porque se dañan las unidades o por falta de combustible, pero a esos servicios (los privados) si no faltan por nada del mundo”, denunció un trabajador bajo anonimato.
“Nadie se anima a denunciar por miedo a ser despedido, esperamos que venga un cambio o que por fin la empresa sea tomada por el Ministerio de Transporte”, agregó.
Apenas dos autobuses operativos
Los trabajadores informaron que de las 14 unidades de transporte que había en esa sede -incluidos 3 BTR- apenas funcionan dos, y a medias, las demás fueron enviadas a Ciudad Guayana, y hay cuatro completamente averiadas. “Más de una vez se han quedado accidentadas. Aquí en la sede hay como 4 unidades arruinadas que ya no sirven porque las fueron desmantelando poco a poco”, señaló otro empleado.
Señalaron que, así como sucedió en la sede principal de Ciudad Guayana, a estas unidades tampoco se les hace mantenimiento preventivo desde hace más de dos años, lo que diezmó la flota considerablemente. Los trabajadores deben laboral con unidades de cauchos lisos, sin frenos y con aceite quemado.
“De hecho, ahora los operadores tienen que negociar con el supervisor para que los dejen trabajar un rato en la ruta. Si cuadran, el operador tiene que comprar aceite y completar. Cambio de aceite ahora no hay, solamente completar el aceite del motor y se anda con ese aceite quemado y a veces sin frenos y así mismo tenemos que cumplir con los servicios”, denunció el trabajador.
Hace dos años que se eliminó la ruta de Ciudad Bolívar-Ciudad Piar porque no había suficientes unidades para cubrirla. La falta de inversión en lo que el régimen vendió como la solución a las fallas del sistema de transporte público en el estado Bolívar, hoy la padece el ciudadano de a pie que viaja con penurias.
“La comunidad de Ciudad Piar, por ejemplo, tiene todo ese tiempo sin transporte. Ahora las personas pasan horas en los cruces esperando que pase algún conocido para que les dé la cola o simplemente caminan por horas en la carretera bajo el sol, y nadie hace nada”, denunció otro operador. La situación se repite en las rutas hacia Tocomita y Santa Bárbara.
Unidades solo para la campaña
Trabajadores de Transbolívar sede Ciudad Guayana informaron que la semana pasada hubo un cambio de presidencia en Transbolívar como parte de la transición de la Gobernación de Bolívar de Justo Noguera, a la del candidato por el PSUV a las elecciones de noviembre, Ángel Marcano.
Por lo que, de ahora en más, Magdiel Ernesto Briceño Chávez, vicepresidente territorial de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), también ocupará la presidencia de la estatal de transporte público.
Con su llegada al cargo también llegaron insumos para la reparación de algunas unidades averiadas, y el mantenimiento de las instalaciones de la empresa con el fin de activar parte de la flota durante la campaña electoral de Marcano, según reportaron los trabajadores.
“Él nos dijo claramente que en el cargo iba a activar las unidades solamente para la campaña electoral de Marcano. Ya hay operativos seis carros”, informó un operador activo de Transbolívar en Caroní.
Balance
En general, la estatal Transbolívar opera en la actualidad con menos del 10% de su flota activa y cubre el mínimo de la ruta de transporte público de forma intermitente. Por ahora solo ofrece servicio de transporte a otras empresas gubernamentales como Alimentos Bolívar y personal sanitario de hospitales centinelas, entre otras.
La compañía bautizada como el “socialismo sobre ruedas”, se redujo a un camposanto de chatarra en el que el Estado invirtió más de 20 millones de dólares.
Los trabajadores activos de la empresa denuncian con frecuencia amedrentamiento y suspensión a los operadores por protestar o por si se les avería una unidad durante la jornada laboral, mientras la gerencia general administra la estatal con opacidad.
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